A una persona muy afligida que había acudido a él en busca de ayuda le preguntó el Maestro: «¿Deseas realmente ser curado?»
«¿Me habría molestado en acudir a ti si no lo deseara?»
«¿Y por qué no? La mayoria de la gente lo hace».
«Entonces, ¿Para qué vienen?»
«No precisamente buscando la curación, que es dolorosa, sino buscando alivio».
Y a sus discípulos les dijo el Maestro: «Las personas que desean curarse con tal que puedan hacerlo sin dolor son como los que están a favor del progreso con tal de que éste no suponga para ellos cambio alguno».